Luto Unetense ~ Ronald

"Fue algo terrible: Sólo les vi los dedos cuando se hundían"

Geofran Darío Orozco Casique, estudiante de Ingeniería Ambiental de la Unet, único sobreviviente de la tragedia en Margarita, donde perecieron dos de sus compañeros.

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"En medio de unas olas grandísimas, hubo un momento en que ya de tanto echar brazadas y hacer fuerza, perdí el control del cuerpo, y cuando miré atrás mis compañeros no estaban, sólo les veía las puntas de los dedos de las manos, por encima del agua, fue algo terrible. Fue ahí cuando yo me resigné y dije: si Dios así lo decide que me lleve con ellos, puse mi vida en manos de Dios, y pude ver que a lo lejos venía un señor, que estaba ahí en la playa, nadando hacia mí, entonces di un segundo respiro y agarré fuerza para mantenerme mientras él llegaba, pero lo veía muy lejos. Ese señor no se dio por vencido, y vino a salvarme la vida. Me agarró, y apenas me dio la mano le dije que se lo iba a agradecer para siempre".

Es el relato de Geofran Darío Orozco Cacique, de 21 años de edad, estudiante de Ingeniería Ambiental en la Unet, quien logró sobrevivir en Playa el Agua, estado Nueva Esparta, en el incidente donde fallecieron dos de sus compañeros, con quienes iba a participar en el Noveno Congreso Venezolano de Ecología.

Luego de varios meses de esfuerzo, el grupo de jóvenes logró reunir el dinero para asistir al evento. Hicieron operación "pote", vendieron tortas, promovieron cine club, y otras iniciativas para, finalmente, este viernes 18 de noviembre, a las 5 de la tarde, partir a Margarita en un autobús de la Universidad.

Geofran Darío dijo, vía telefónica, tras superar el shock por haber estado al borde de la muerte, que llegaron el domingo, como a las 7 de la mañana a Margarita. Veníamos en Ferry, agotadísimos, fue un viaje largo y muy fuerte, lo que queríamos era bañarnos y acostarnos a dormir. Arribamos a la posada para instalarnos, pero el dueño de la posada nos dijo que aún no estaba habilitada, que esperáramos un poquito, y si queríamos que fuéramos a la playa que queda como a dos cuadras para pasar el tiempo de espera".

Fue así como un grupo de estudiantes de la Unet se encontró con la fatalidad. Según Geofran Darío, fueron a la playa y se metieron a bañar, un grupo como de 9. Sólo los varones, las muchachas se quedaron en la ruta cambiándose. Las olas eran suaves, la playa estaba tranquila.

--- Cuando vimos que empezaron a llegar olas grandes, cada vez más grandes, y empezaron como a chuparnos. Hubo momentos en que tocábamos fondo, y luego salíamos y no tocábamos la arena con los pies. Entonces empezamos a nadar para tratar de salir, y llegaron más olas, grandísimas, y nos halaban más hacia atrás, unos pudieron salir, pero Anthony, Angel y yo, fuimos los que quedamos peor, contó el sobreviviente, con la voz entrecortada.

El estudiante de Ingeniería Ambiental, muy expresivo y conversador, dijo en medio de su consternación: "yo me mantuve fuerte, nadando, tratando de luchar contra la marea para poder llegar a la orilla, pero era inútil, porque mientras yo daba brazadas y trataba de salir de cualquier manera, pasaba lo contrario, me iba cada vez más al fondo".

Momentos desesperantes, cargados de angustia y hasta de desesperanza vivió Geofran Darío, uno de los momentos más difíciles de su vida y que recuerda con absoluta claridad: "yo miraba para atrás y veía que mis compañeros ya no podían más, estábamos muy cerca los tres, ellos gritaban, pedíamos auxilio y nadie podía hacer nada por nosotros".

El señor que nadó hacia él sin detenerse, no está identificado. Lo único que afirma Geofran es que no se trata de un salvavidas, más bien es alguien que estaba en la playa, posiblemente trabaja en el lugar, fue esa persona la que lo sacó a la orilla.

"Yo estaba muy cansado, llegó una ambulancia con una gente de rescate, me atendieron y me llevaron a un CDI que queda a 5 minutos de la playa, donde me recibieron dos médicos cubanos", afortunadamente a este joven sólo le consiguieron que había tomado un poco de agua, pero se encontraba estable, por lo cual lo dieron de alta en la misma tarde, casi un milagro, pues sus otros dos compañeros no vivieron para contarlo.

Esto es una experiencia terrible, afirma Geofran Darío. Le doy gracias a Dios por darme una nueva oportunidad, pues ya me había dado por vencido, había luchado muchísimo por mi vida, luchando contra el agua y su fuerza, y fue gracias a esa persona que envió Dios que pude salir con vida.

---Esto es un golpe muy duro para los unetenses, porque somos todos muy unidos, eso nos caracteriza en la Unet, lo que le pasa a uno nos duele a todos, nos duele cada uno de nuestros compañeros, somos una familia, afirmó con un nudo en la garganta.

Información falsa, ausencia de ayuda y señalización

Luego de pensar con tranquilidad lo ocurrido, Geofran Darío Orozco Casique, aseguró que diversos medios de comunicación en Nueva Esparta se dedicaron a publicar información falsa, que perjudica a las víctimas de este incidente.

En ese sentido, el joven afirma que "nosotros no habíamos consumido licor ni nada, estábamos hambrientos y cansados, pues llegamos agotados a Margarita. Eso lo dicen ahora para tapar la negligencia que hay en esa playa. Cuando nos estábamos ahogando, ahí no había ni un salvavidas, la zona no tiene señalización, ni marcas de límites de seguridad, ni banderines, ni un aviso, nada, por eso estábamos confiados en bañarnos allí".

Indicó Geofran Darío Orozco que, el cadáver de Angel Moreno, rescatado el domingo en horas de la tarde, se consiguió gracias a la actuación de un grupo de pescadores, quienes tejieron una gran red y la arrojaron, mas no de los organismos de seguridad y protección de la zona, quienes llegaron cuando ya habían sacado el cuerpo del muchacho fallecido.

--- Dijeron que un cuerpo de seguridad rescató el cadáver y es falso, que nosotros habíamos consumido licor y habíamos actuado de forma imprudente, todo es una gran mentira, nosotros somos jóvenes formándonos como profesionales, y vinimos a Margarita a un Congreso, precisamente para seguir con nuestra preparación, no es justo que inventen todo eso solo para preservar la imagen de un sitio turístico que no cuenta con las condiciones mínimas para recibir a sus visitantes y brindarles seguridad, enfatizó el estudiante.

Laura Sobral